Dificultades en la lectura

Tratamiento y Prevención de las dificultades lectoras: Actividades y Juegos Integrados de Lectura A.J.I.L.

Definición y objetivos

A.J.I.L. incorpora determinadas características que debe reunir un programa de intervención con los niños/as que tienen problemas con la lectoescritura: ser motivante, estructurado, secuencial, acumulativo, exhaustivo, hacer hincapié en el lenguaje hablado y partir desde un primer momento de la metacognición y la deliberación.

A quién va dirigido

Como programa de tratamiento de dificultades lectoras, A.J.I.L. va dirigido principalmente a tres grupos distintos de aprendices lectores:

  • Niños con discapacidad lectora específica (Dislexia) quienes por sus dificultades específicas en el descifrado necesitan ejercitarse con el mayor número posible de significados para corregir sus defectos de decodificación.
  • Niños con retraso en el lenguaje, o alumnos que presentan problemas en el aprendizaje de la lectura por diferentes motivos: déficits sensoriales, déficits cognitivos, falta de motivación, privaciones escolares o familiares, etc. Tales niños requieren de un particular enriquecimiento del vocabulario lector y del incremento de su vocabulario general a través de la misma lectura.
  • Aprendices lectores adultos que por falta de oportunidades, cambio de cultura o por dificultades de aprendizaje, requieren, para una primera etapa de alfabetización, de unos materiales algo menos infantiles que los convencionales y más ajustados a sus condiciones personales: amplio vocabulario lector y de uso.

Como programa preventivo o de estimulación lectora generales apropiado para ayudar a cualquier aprendiz lector que deba ejercitarse de manera lúdica en el aprendizaje de la lectura.

Utilización de A.J.I.L  por profesores y padres

A.J.I.L.  propone una abundante práctica de lectura de palabras y frases que permite a los niños trabajar los mismos objetivos de aprendizaje desde un material divergente y novedoso en su estructura.

Este material puede ser utilizado en aulas de apoyo, gabinetes de reeducación o en el propio hogar del niño/a. El profesor/a puede elegir qué actividades realizará en la clase (pongamos por ejemplo LAGUNAS, ÓRDENES, QUIÉN DICE, ADIVINANZAS, etc.), cuáles considera más apropiadas para que el alumno trabaje en un pequeño grupo con un profesor de apoyo (por ejemplo: SILABAS, DESCUBRIR, LOTERIA, RECORDAR, PUZLES DE TEXTOS, ALERTA, etc.) e incluso qué otras actividades o juegos pueden proponerse a los padres para que en casa refuercen de forma atractiva y coordinada con la escuela el aprendizaje del niño/a (por ejemplo CROMOS, DOMINO, CONTACTO, etc.)